Unaregla sencilla es basar el presupuesto en los metros cuadrados de la vivienda. Multiplícalo por un precio aproximado -por ejemplo, 100 dólares neozelandeses o 1.000 dólares neozelandeses por m2- con el que puedas vivir. Hay que tener en cuenta todo el proyecto: iluminación, electricidad, suelos, electrodomésticos, un poco de trabajo
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